¿Por qué unas parejas se divorcian y otras viven felices? ¿Cuál es el secreto?

Todas las parejas tienen problemas

No existen parejas que no tengan problemas. Unas saben cómo gestionarlos y otras no, y éstas últimas se divorcian o viven infelices, mientras las primeras logran crear una relación estable y feliz.

 

¿Cuál es la diferencia? Las que tienen una relación exitosa lo han logrado de una de dos maneras:

  1. Han adquirido de niños, de forma natural, los hábitos y destrezas que los capacitan para formar relaciones íntimas sanas, o…
  2. Han hecho de adultos un esfuerzo por formarse y han aprendido la forma correcta de amar.

Hemos aprendido de niños un estilo de querer

Los que no logran construir una relación estable y feliz siguen aplicando en su relación de pareja las formas defectuosas de querer que aprendieron de niños.

 

Efectivamente, nacemos con la necesidad vital de apegarnos a nuestra madre y a otros cuidadores primarios y aprendemos de ellos un cierto estilo de querer.

 

El estilo seguro de querer

Algunas personas aprenden a querer de una forma segura, lo que les da la capacidad natural de formar relaciones íntimas que funcionan bien.

 

Esas personas pueden abrir su intimidad a otras personas sin sentirse amenazadas, son sensibles a lo que las otras personas sienten y se involucran sin estrés en la vida emocional de las personas que aman.

 

Pero la mayoría de las personas aprendemos a amar de forma defectuosa, con inseguridades y miedos. Estas inseguridades vienen en dos sabores: inseguridad ansiosa e inseguridad evasiva.

 

Expliquemos en forma breve y simplificada estas dos variantes de inseguridad en la forma de querer.

 

El estilo ansioso de querer

Las personas con tendencia ansiosa aprendieron que podían contar con su madre intermitentemente — unas veces sí y otras no—  para darle consuelo emocional. Es decir, la disponibilidad emocional de su madre o cuidador primario era impredecible.

 

Así estas personas desarrollaron una cierta ansiedad y escepticismo acerca del amor de las personas cercanas, y, por tanto, necesitan constante reafirmación de ese amor para calmar su inseguridad.

 

El estilo evasivo de querer

Las personas con tendencia evasiva, por otra parte, aprendieron de niños que ese consuelo que necesitan en momentos de estrés emocional nunca llegaba, porque su madre o cuidador primario no se lo daba.

 

Aprendieron entonces a ser autosuficientes emocionalmente, a rehuir la intimidad y a dar por sentado que sus sentimientos no le importan a nadie y que son cosa privada de cada persona.

 

La combinación de estilos en la pareja produce choques

Cuando dos personas se casan traen a la unión el estilo que han aprendido de niños. Las imperfecciones e inseguridades de esos estilos chocan y producen ciertos patrones de relación que, en el caso de estilos inseguros, producen patrones destructivos.

 

La buena noticia es que los estilos inseguros de amar se pueden identificar y se pueden corregir. Los patrones destructivos se pueden identificar y se pueden sustituir por patrones constructivos que lleven la relación de pareja a la paz y la estabilidad.

 

Los estilos de amar los aprendimos de nuestros padres antes de tener uso de razón. Pero no podemos, de adultos, usar ese hecho como excusa para no trabajar en nuestra relación de pareja.

 

Qué podemos hacer

Podemos:

  • Conocer el estilo de amar que aprendimos de niños
  • Descubrir los círculos viciosos o patrones destructivos que el choque de estilos produce en nuestra relación de pareja y
  • RE-APRENDER a querer.

La importancia del método

Hay dos maneras de hacerlo: en modo autoayuda o con ayuda profesional. En ambos casos lo importante es usar un método probadamente exitoso.

 

En SOS Pareja ayudamos tanto a las personas que buscar autoayudarse (con formaciones online) como a las personas que buscan ayuda profesional.

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